Ahí estaban, hasta quince cargos públicos, algunos con coches oficiales, todos listos y sonrientes para asistir a la ansiada inauguración de esa reforma integral a la que fue sometido uno de los emblemas arquitectónicos de A Pobra, el cine Elma. El primer pase del esperado estreno fue solo para los representantes políticos. Los había del PSOE, PP, BNG y de A Marea, a la que pertenece el alcalde, Xosé Lois Piñeiro, bajo las siglas del partido que fundó, Nós Pobra. Sonrisas cruzadas, abrazos y palmadas en la espalda se sucedían en la puesta de largo. A la hora de hacer la foto de familia, algún fotógrafo se las vio y deseó para lograr que todos entrasen en el plano sin generar agravio.
Muchos años han pasado desde que, en el 2001, el excalde Isaac Maceiras vio la necesidad de no perder el inmueble, su contenido y filosofía. Esa es una obviedad que nadie puede negar. Quizás por eso ayer lucía esa sonrisa tan suya. Junto a Isaac Maceiras, y de anfitrión, estaba Piñeiro, que cumplió el protocolo escrupulosamente atendiendo a los muchos invitados que, por iniciativa suya y militando en otros partidos, acudieron a la puesta de largo.
Voluntad conjunta
A este comportamiento se le puede llamar lealtad institucional, ya que el regidor actual no olvida que los promotores de la obra fueron el propio Isaac Maceiras, desde el Concello, y el presidente saliente de la Diputación, Diego Calvo, que dio el visto bueno a la cuantiosa inversión que hizo posible la perpetuidad del Elma como epicentro cultural local. Junto a Diego Calvo estaba su sucesor al frente del ente provincial, Valentín González, que en su discurso también se acordó de la voluntad mostrada por los populares para rescatar el edificio.
El cine Elma, a día de hoy, presenta un aspecto formidable que, tras el paseíllo político, evidenció su buena acústica con actuaciones en vivo sobre el escenario (la pianista Yuri Durán, Sexseto Seis, Trío Musical Cris Román, Rockolas, Capela Lauda Sion y Aixiola). Entre bambalinas, las instalaciones están preparadas para dar cabida a todo tipo de espectáculos, además de contar con los equipos y la capacidad necesaria para hacer de este auditorio uno de los mejores de la comarca y su zona.
En el estreno del Elma no faltaron tampoco los pinchos, momento que se aprovechó para dejar a un lado el rifirrafe habitual que mantienen estos mismos protagonistas en el día a día. Así, fue posible ver a Piñeiro y Maceiras hablando como si tal cosa, o a la diputada provincial Ánxela Franco haciendo migas con Diego Calvo. Tampoco faltaron la mayoría de alcaldes del PP (Ribeira, Noia, Boiro, Porto do Son), o la de Muros, María Xosé Alfonso. Al final, y tras las viandas, fue el momento de estrenar las butacas para asistir a los primeros espectáculos desarrollados sobre el icónico escenario del renacido cine Elma.